El Elche cayó por 0-2 frente al Alavés en una cita clave para sus posibilidades de salvación en Primera. En «una gran final», como calificó Fran Escribá, el equipo ilicitano decepcionó en un duelo directísimo por evitar el descenso. Un objetivo que los franjiverdes ven muy complicado con este resultado. Continuará en descenso a sólo dos jornadas del final. Y depende del resto de rivales directos para conocer su desventaja con la salvación, ahora de un punto. Pero con la imagen ofrecida, es imposible.
El partido comenzó con el Alavés mejor plantado sobre el césped, aunque sin un dominio alto. El Elche salió con ciertos nervios, que se trasladaban a una cierta endeblez atrás. Con balón, tenía muchas dificultades para avanzar. Tanto en juego raso, sin un organizador, como directo para encontrar a las ‘torres’ arriba.
Aunque en un par de incursiones con centro por la derecha, los franjiverdes generaron dos claras oportunidades. Lucas Boyé sacó un remate espectacular que obligó a Pacheco a una ‘palomita’. Y Guido Carrillo cabeceó forzado a las manos del meta albiazul.
Los vitorianos focalizaron sus embestidas en la banda diestra del Elche, donde Helibelton Palacios dejaba un agujero para el Alavés. En un desmarque a su espalda, Luis Rioja estuvo a punto de inaugurar el marcador, pero su tiro golpeó en el palo. Joselu no llegó a conectar bien el rechace.
Al borde del descanso, los tres futbolistas aparecieron como protagonistas en el 0-1. En un córner sacado en corto, Luis Rioja ‘bailó’ a Helibelton y sacó un pase atrás que Joselu aprovechó para fusilar a Gazzaniga.
El guion apenas varió antes del final del primer tiempo. Con un Elche impotente, sin apenas recursos para inquietar la portería contraria. Sólo pudo responder a balón parado, con un saque de esquina que Guido Carrillo remató fuera.
El Elche no genera y regala
En el arranque del segundo tiempo, el equipo ilicitano intentó dar un paso al frente, pero el Alavés cerraba los caminos con firmeza. Y en una pérdida en línea de mediocampo de Josema, los visitantes ampliaron su renta en el minuto 53. Joselu condujo hasta el área y asistió para que Luis Rioja marcara con su disparo a bocajarro. Intercambio de papeles respecto al primer gol para firmar el 0-2.
Tuvo que ponerse el Elche con desventaja de dos goles para que Escribá reaccionara. Con triple cambio: Piatti, Pere Milla y Víctor Rodríguez dentro por Josema, Josan y Mfulu. Más calidad y criterio, aunque mismo plan: centros y centros a los ‘tanques’. En uno de ellos, un cabezazo de Boyé no acabó en gol por otro paradón de Pacheco.
Las permutas apenas solucionaron la falta de profundidad de los franjiverdes, que dejaron espacios atrás. Unos espacios que el Alavés pudo aprovechar para ampliar su victoria. Sin embargo, el palo y Gazzaniga evitaron las dianas de Edgar Méndez y Pere Pons al contragolpe.
Escribá quemó las naves con el ingreso de Nino por Marcone, en busca de la épica. Pero ni eso le salió al Elche en una noche negra. Una derrota decepcionante en un duelo trascendental. Un tropiezo que puede condenarle a Segunda. Le queda esperar resultados de la jornada, ganar a Cádiz y Athletic en las últimas fechas y confiar en que le valga.
Ficha técnica
0 – Elche: Gazzaniga; Helibelton Palacios, Dani Calvo, Diego González, Josema (Piatti, min 56); Josan (Pere Milla, min 56), Marcone (Nino, min 78), Mfulu (Víctor Rodríguez, min 56), Fidel; Guido Carrillo y Lucas Boyé.
2 – Alavés: F. Pacheco; Martín, Laguardia, Lejeune, R. Duarte; T. Pina, Pere Pons (Ximo Navarro, min 82), Manu García; Edgar Méndez (Jota Peleteiro, min 77), Luis Rioja (Pellistri, min 77) y Joselu (Deyverson, min 90).
Goles: 0-1, Joselu (min 39); 0-2, Luis Rioja (min 53).
Árbitro: Pablo González Fuertes (comité asturiano). Amonestó por parte del Elche a Mfulu (min 12) y por parte del Alavés a Edgar Méndez (min 1), Tachi (min 66) y Tomás Pina (min 85).
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 36 de Primera División disputado en el estadio Martínez Valero a puerta cerrada.
Sí, vamos a descender, es lo justo, es merecido, y el único responsable es BRAGARNIK, porque dejó ir a Pacheta y luego hizo un proyecto deportivo plagado de fallos. Ésta es la cuestión: los errores en los fichajes: Almirón, Marcone, Rigoni, Lucumí, Sánchez Miño, Koné, el mercado de invierno (y otros varios, muy discutibles.)
¿Cómo criticar a jugadores que no tienen el nivel, a dos entrenadores sin herramientas, o a un director deportivo arrinconado? Que el propietario cargue él solito con su culpa.
El ambiente contra él va a ser irrespirable, y ahí se abren varios escenarios:
1- cobra la ayuda al descenso, vende a Édgar, impaga a Sepulcre y da la espantada sin haberse presentado.
2-No ha aprendido nada e intenta un proyecto en 2ª con los hermanos Fernández, los Bou, Brian Romero… y nos vamos a 2ªB o como se llame.
3- la opción 2 y después, la 1.
Vienen tiempos duros. ¿A quién le vendiste, Pepe?
Hay una jugada clave en el minuto 70 aproximadamente, que no se comenta. El penalti clamoroso del jugador del Alavés, en su área, que el árbitro, nefasto, no quiso ver. Ese penalti, tal vez hubiese dado alas al equipo para el tramo final. Aquí, aparte del comentario anterior, más arriba, que fotografía exactamente los errores tremendos del actual presidente. Y nos vamos, sin remedio, a segunda. Para satisfacción del capo de la liga profesional. Errores de gravedad.
De penalty nada, el balón le dá en el brazo después de darle en la pierna, mientras se caía y después de eso el balón ni se acerca a portería, así que no es penalty.
Bragarnik dijo que a lo mejor se equivocaba echando a pacheta, se equivocó, pero nos trajo a Escrivá, por lo que entiendo que reconoce el error y lo intenta solucionar.
Les ofrece 3 millones por la permanencia, así que a día de hoy yo creo este señor va en serio.
El problema que no solucionó es que Tebas no la ha vuelto a jugar, dándonos el ascenso cuando todos los jugadores interesantes estaban comprometidos y en vez de compensarlo con aumento de masa salarial, no da una semana para traer morralla.
Y eso es la plantilla del Elche, morralla, solo dos o tres puestos cubiertos, unos pocos medio salvados, el resto un coladero.