“Yo no fui hincha del club ni me crié allí. Mis padres me enseñaron a respetar los símbolos y mi forma de hacerlo era no siendo falso ni populista, sino profesional. Yo no vendo humo. Sólo beso los escudos de Peñarol y Uruguay, porque me crié allí y soy hincha”. Esto dijo una vez Diego Forlán a raíz de las críticas recibidas cuando jugaba en el Atlético de Madrid por no besar el escudo del conjunto colchonero.

La realidad es que besar el escudo es una acción instintiva. Natural. Que se realiza sin pensar. Fruto de un éxtasis desmedido tras un gol importante o un acontecimiento especial. Tete Morente expresó así su amor por los colores tras anotar un agónico gol del empate en la última jugada ante el Real Valladolid. Pere Milla es otro futbolista que nunca ha escondido este tipo de guiños hacia el Club; besando el escudo o teniendo gestos con la afición.

Es importante contar con jugadores que representen los valores del Club y dignifiquen el escudo. Futbolistas como Pere Milla, que llegó sin hacer ruido y ha anotado dos de los tres goles más importantes de la historia reciente del Club. O Tete Morente, uno de los jugadores más criticados en la primera vuelta del curso por su aparente falta de compromiso y que le ha dado la vuelta a su situación con un rendimiento espectacular.

Pere Milla (30) tiene contrato en vigor (hasta 2025) y hace días confirmó su intención de seguir en los micrófonos de Onda Cero“Al 99,9% voy a seguir en el Elche. Esta es como mi casa, soy feliz y por mi cabeza sólo pasa continuar muchos años aquí para volver a jugar en Primera División con esta camiseta”.

El delantero de Lleida cumplió 100 partidos con el conjunto franjiverde en Primera División el pasado fin de semana. Una cifra redonda para cerrar el círculo en la máxima categoría del fútbol español con el Club. Pere desea reabrir dicho círculo dentro de dos temporadas, cuando el conjunto franjiverde espera regresar a Primera. Ha sido un año complicado en el que Pere ha anotado 6 goles y registrado una asistencia.

Otro que va a cien es Tete Morente (26). El de La Línea de la Concepción recuperó la confianza en los últimos partidos de la ‘era Machín’ pero a raíz de la llegada de Sebastián Beccacece, su rendimiento se ha disparado. Son cuatro goles esta temporada, todos en la recta final, pero lo más importante está siendo su compromiso e importancia sobre el verde. Se siente cómodo y disfruta jugando. El Elche lo nota y su afición también.

En enero estuvo a punto de irse al Málaga en un intercambio por el desmejorado Alfred N’Diaye. Lamentablemente, el conjunto andaluz perdió la categoría y a raíz de ese traspaso truncado, Tete recuperó la confianza y ofreció un nivel ilusionante de cara al próximo curso. El 12 de abril confirmó que continuaría: “Tengo un año más y estoy contento aquí pese a los resultados. La afición ha estado encima de mí para bien y tanto mi familia como yo somos muy felices en Elche”.

 

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