No fue el partido más completo de un Elche CF totalmente roto por momentos. El tempranero tanto de Brian Ocampo dejó descolocados a los de Machín, que estuvieron cerca del KO durante el tramo inicial. Faltas de entendimiento, desconexiones, envíos al área con más corazón que cabeza; faltó algo de poso y a su vez atrevimiento, pero el conjunto franjiverde compite.

El principal objetivo de Machín es ese, que se vea un Elche CF competitivo. Lo ha repetido desde que llegó y poco a poco se van viendo los resultados. Resulta imposible no mirar la clasificación cada dos por tres. Al aficionado franjiverde le genera una inmensa ansiedad ver a su equipo último clasificado con esa abismal distancia. Pero los jugadores deben hacerlo. Olvidarse por un momento de la obligación de ganar, de que las cosas no salen. Creérselo y sacar el fútbol que llevan dentro. Porque lo llevan.

Tras el empate a uno en el Nuevo Mirandilla, Machín avisó de que “el equipo no está muerto”. Todavía queda mucha tela que cortar y automatismos que adquirir, pero ya es mejor que lo que había en las últimas semanas. La próxima prueba será en el Martínez Valero el próximo domingo 22 de enero ante CA Osasuna.

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