Pere Milla tuvo en sus botas la gran ocasión del partido. En el tiempo de descuento, el delantero la tuvo a placer pero se encontró con la gran parada de Rubén Yáñez. Paradón en mayúsculas.
Esa jugada marcó el devenir del partido porque en la segunda parte, a raíz de la expulsión de Marcone, el Elche se vino abajo.