Han pasado ya cinco temporadas desde que Christian Bragarnik llegase a Elche. El empresario argentino adquirió el club en los primeros días de diciembre de 2019 y en su primera temporada se encontró con el ascenso a Primera División. Un ascenso liderado por José Rojo ‘Pacheta’, al que le cerró la puerta en detrimento de Jorge Almirón. Curiosamente, Pacheta parece ser una de las principales opciones del nuevo Elche CF.

Resulta que no queda otra. Las últimas temporadas están mostrando al conjunto franjiverde como una trituradora de entrenadores; y en su defecto, de proyectos. Almirón, Escribá, Francisco, de nuevo Almirón, Machín y Beccacece. Hasta cinco entrenadores -uno de ellos por partida doble de manera sorprendente- han pasado por el club. Cada uno con su forma de ver el fútbol, con su estilo de juego, pero con la misma particularidad: ausencia de respaldo en forma de fichajes.

Ellos fueron meros ‘conductores’. Cada caso es distinto. El último se antoja como el más decepcionante. Sebastián Beccacece se postulaba como el gran proyecto de Bragarnik. Sonó desde el primer día y parecía destinado a dirigir al equipo. Solo faltaba escoger el momento adecuado. Su llegada en el tramo final del curso pasado cogió por sorpresa a propios y extraños; pero tras cinco derrotas en sus cinco primeros encuentros, logró darle la vuelta y acabar el curso con una gran dinámica.

Desde el primer día, Beccacece insistió en unir y construir. Un discurso vacío (como todos) si no va acompañado de resultados. Lo sabe el técnico de Rosario, lo sabe Bragarnik y lo sabe la afición, que ayer despidió a Beccacece con pitos. Un final amargo y en lo futbolístico incluso injusto para el ex técnico de Defensa y Justicia. Ninguna de las dos ventanas de fichajes estuvieron a la altura de los objetivos del equipo ni de las pretensiones económicas con las que cuenta el club.

La afición entiende que no es fácil acudir al mercado y cubrir todas las necesidades del equipo. Esto no es el modo carrera del EA Sports o el Football Manager. Hay un mínimo de cordura y se comprende a la entidad. Pero pasar de Boyé y Ponce a Mourad y Borja Garcés es una broma de mal gusto. Los más de 20.000 abonados se preguntan por qué no se utiliza la ayuda por el descenso. Por qué no se gasta el dinero percibido por Boyé o Ponce. ¿Por qué, Christian?

Son demasiadas las preguntas que debe contestar el dueño del Elche CF. Tras un descenso en el año del primer centenario del club y un primer año en Segunda sin clasificar para la promoción, Bragarnik debería comparecer en rueda de prensa en las próximas semanas. La afición merece conocer cuál es la situación actual del club y cuál es el proyecto a corto plazo. Aunque la pregunta es, ¿hay proyecto?

Son muchos matices los que se pueden destacar en una temporada larga, de altibajos y decepciones. El término fracaso retumba en nuestras cabezas de forma doliente. No queda otra forma de definir un curso frustrante en el que el Elche lo tuvo en su mano pero se derrumbó. Lo que Beccacece construyó, Beccacece derribó. Faltas de respeto con compañeros de profesión, colegiados, miembros del staff, jugadores. Una lástima.

¿Y ahora qué? 

Con la temporada finalizada, no queda otra que rearmarse de nuevo. Difícilmente serán 20.000 los que compren ‘El Sueño’ del año que viene. Bragarnik pierde credibilidad y el Elche apoyo. No se es menos del Elche por no sacarse el abono, por pitar o aplaudir o por abandonar el Estadio antes del final del partido. Vivimos en un tiempo de frustración, de división. O se es de Pacheta o de Beccacece. Anti Badia o pro Badia. De la Grada o de la Federación. Basta ya.

Sean 20.000 o sean 8.000, la unión en el Martínez Valero resultará clave la próxima temporada. Una unión que se ha perdido en los últimos meses y que será fundamental recuperar. En lo futbolístico, el Elche debe comenzar a trabajar desde ya en el proyecto de la 2024/25. Eder Sarabia y ‘Pacheta’ son los principales nombres con los que trabaja la entidad. El primero, más desconocido para la afición, supondría dar continuidad al estilo de Beccacece. Protagonismo con balón, altos índices de posesión y despliegue físico y presión intensa.

Veremos qué sucede en las próximas semanas. Demasiada incertidumbre para un equipo que el año pasado cumplía cien años de historia y que financieramente se encuentra sano. Esta temporada, el Elche CF ha derrochado una gran oportunidad para ascender en uno de los cursos en Segunda más igualados de los últimos veinte años. La propiedad debe asumir responsabilidades y reaccionar ante este incierto momento.

1 COMENTARIO

  1. Para mí Beccacece es un buen entrenador su estilo de juego me gusta mucho porque es vistoso y alegre su fallo creo que radica en hacerlos trabajar mucho en los entrenamientos y llegan al partido agotados de ahí la falta de puntería.

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