Lucas Boyé es el nombre propio del Elche esta temporada. A sus 26 años, el de San Gregorio vive sus mejores días como futbolista tras haber sido incluido en la prelista de la selección argentina para disputar la doble fecha de las Eliminatorias Sudamericanas ante Venezuela y Ecuador. “Es una alegría la llamada de mi selección, independientemente de lo que pase en la lista definitiva. Para mí esto es un sueño y una felicidad muy grande, los que me conocen saben que es muy importante”, afirma el delantero franjiverde, que desconoce cuál podría ser la decisión final de Scaloni, técnico de la albiceleste.

Boyé, ya recuperado al 100% de la lesión en el cuádriceps que le mantuvo ausente del grupo durante unas semanas, califica el próximo partido ante el Granada de “importancia máxima”: “El Granada es un rival directo. Nosotros venimos de dos derrotas, aunque creo que estamos en una buena línea, y tenemos que sumar. Ojalá sea este fin de semana”.

El Elche se enfrentará a un equipo que solo ha cosechado tres empates en lo que va de año y viene de destituir al que era su entrenador, Robert Moreno. Ante esta situación, Boyé confiesa que el cambio de técnico puede convertirse en un arma de doble filo: “A veces el nuevo entrenador cambia la dinámica y levanta el ánimo del equipo; y otras no”.

Tras unos meses convulsos, en los que su nombre sonaba para firmar en enero por equipos de la parte alta de la Liga, como Atlético de Madrid o Sevilla, Boyé ha declarado no haber recibido ninguna oferta para abandonar el Elche: “Viví el mercado de invierno muy tranquilo, con la cabeza en el club. Nadie me llamó por nada, fue más lo que se habló fuera”.

De cara al mercado de verano, regresará el interés de otros clubes por el delantero franjiverde, que admite desconocer cuál será su futuro en el próximo mes de junio: “En el fútbol nunca se sabe, todo el tiempo pasan cosas nuevas. Ahora estoy muy feliz aquí. Sinceramente, no sé qué vendrá en verano”.

El delantero argentino se ha mostrado crítico por la sanción de cuatro partidos sobre Javi Pastore tras la expulsión ante el Barça, y la ha calificado de “excesiva” y de “injusta”. “La sensación es que las decisiones arbitrales caen siempre del otro lado. En el último partido se ve claramente la mano de Jordi Alba”, ha denunciado el delantero del Elche.

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