Vuelve LaLiga tras el parón de selecciones con el Elche inmerso en puestos de descenso. Situado en la 18ª posición en la tabla, es inevitable pensar en la figura de Fran Escribá como el hombre que debe dar un giro de 180º para que los resultados mejoren. Lo cierto es que a estas alturas de la pasada temporada, con Jorge Almirón en el banquillo, en el club franjiverde se vivía una situación más tranquila.
Nombrado entrenador a finales de agosto de 2020, los inicios de Almirón en un Elche recién ascendido fueron notables. Con importantes victorias ante rivales directos como Eibar o Alavés y solo 3 derrotas en 13 jornadas, el club se estableció en la parte media de la tabla: 14º con 14 puntos. Un balance de 9 goles a favor y 11 en contra evidenciaba que la solidez defensiva era el fortín de un Elche que había puntuado más como visitante (8pts) que en el Martínez Valero (6pts).
En cambio, esa Jornada 13 sería un punto de inflexión negativo para la plantilla. La derrota frente al Granada sería el primero de los 16 partidos sin conocer la victoria que llevarían al técnico argentino a dimitir. Fran Escribá, su relevo en el banquillo, sería el encargado de lograr la permanencia en la última jornada, asegurando así su continuidad como técnico del Elche para la presente temporada.
Sin embargo, el arranque de la temporada 21-22 para los hombres de Escribá no ha sido el esperado. Con margen a la hora de confeccionar la plantilla y grandes nombres en ella, el Elche solo ha conocido la victoria ante Getafe y Celta, cosechando un total de 11 puntos en 13 jornadas. Hasta 17 goles en contra y solo tres porterías a cero tienen la culpa de que el Elche haya vuelto a los puestos de descenso.
En esta comparativa, los números favorecen a Jorge Almirón, quien había sumado tres puntos más que Escribá al finalizar la Jornada 13. Ahora queda por ver si la vuelta del parón supone un punto de inflexión positivo para un Elche necesitado de buenas noticias.