Esta misma noche se disputa un partido lleno de tensión. Dos equipos históricos, ciudades de Primera División. Conjuntos acostumbrados a disfrutar de fútbol de la máxima categoría cada fin de semana pero que atraviesan momentos oscuros en los últimos años. Pese a que el Getafe – Valencia también será un encuentro vertiginoso cuanto menos, nos referimos al Málaga – Zaragoza.

La afición del Elche CF está preocupada. Muy preocupada. Más allá del catastrófico centenario que vive la ciudad, los aficionados temen que el club se deje ir y termine divagando por la Segunda División. Zaragoza, Sporting, Oviedo o Málaga son algunos de los ejemplos. Incluso alguno de ellos se encuentra en serios apuros para mantener la categoría.

Cada aficionado tendrá sus motivos para creer o no en una salvación que a cada partido que pasa, se antoja más improbable. En lo que estarán de acuerdo la gran mayoría de ellos es que el conjunto ilicitano tiene por delante una gran oportunidad para rearmarse y regresar a la máxima categoría por la puerta grande.

Esos ojeadores que quería contratar Bragarnik en España – como bien dijo en la entrevista que mantuvo con Cristian Egea – ya deberían estar a plena función. Lo cual no quita que se deba seguir exigiendo el máximo a una plantilla que da para mucho más que 9 puntos en 22 jornadas. Una temporada horrible, en la que dentro de todos los problemas que está teniendo el Elche CF, Machín no ha podido solucionar ninguno.

Si algo se ha hecho bien hasta ahora es la llegada de José Ángel Carmona. Un jugador que en su presentación no habló de ayudar al Elche a salvarse sino a “ser parte del proyecto”. Muchos aficionados se preguntan a qué espera club a ejercer la opción de compra sobre un futbolista que – pese a algunos errores fruto de su juventud – está rindiendo a un gran nivel.

En definitiva, el dueño del Elche CF, Christian Bragarnik, tiene mucho trabajo por delante. Fruto de no haber hecho las cosas bien en su momento, muchas de ellas se le acumulan. Será tarde para salvar la categoría pero el Elche debe pensar desde ya en quién será el entrenador la temporada que viene, qué jugadores podrían ser válidos para seguir formando parte del proyecto y, sobre todo, consolidar una Dirección Deportiva acorde a las necesidades del club. Un club centenario y de Primera División.

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