Hay ocasiones en las que todo cambia radicalmente de un momento a otro. El fútbol, como la vida misma, va muy rápido. No hay tiempo de regodearse de los éxitos porque al día siguiente se puede estar en descenso y a 17 puntos de la salvación. En este caso, el de Tete Morente, de jugar en Primera División a pelear por no descender a la Primera RFEF.
El Málaga CF peleó por su fichaje el pasado mercado de fichajes invernal hasta el último segundo. Literalmente, además. Por motivos de papeles, cifras y límite salarial, el acuerdo no se pudo cerrar y el conjunto andaluz se quedó a las puertas de cerrar el fichaje. La afición franjiverde se ‘lamentaba’ en redes ante la oportunidad perdida de desprenderse del extremo gaditano.
Pese a un gran arranque en Primera División hace tres temporadas, el rendimiento de Tete ha descendido de forma considerable. Y lo más grave de estos últimos meses, su actitud deprimida y pasota, llevó a la afición a pitarle repetidamente: «nunca es fácil que la afición te pite», señaló hace un mes. Tras su frustrado fichaje por el Málaga, el gaditano le ha dado la vuelta a la tortilla y se ha ganado la confianza de Beccacece.
Bien como carrilero o bien como extremo, Tete es un buen jugador de banda. Irregular para lo bueno y lo malo. Un futbolista que en buena dinámica es muy aprovechable. Restan todavía diez jornadas por jugarse y Morente tiene por delante muchas oportunidades para darle continuidad a este rendimiento. ¿Seguirá la temporada que viene en Segunda División o querrá ganarse el traspaso a otro club?
