Con las manos en las orejas y la boca abierta. Así celebra todos y cada uno de sus goles Pere Milla, la personificación del aficionado franjiverde en el campo. Garra, esfuerzo y confianza han llevado a Milla a convertirse en una de las piezas clave del Elche de Francisco, y en uno de los hombres de moda del fútbol español.
El “héroe del ascenso” ya aparece en algunas quinielas para ir a la próxima convocatoria de Luis Enrique, y lo cierto es que no sería descabellado verle vestir los colores de ‘la Roja’. Sin embargo, las cosas no han sido siempre tan fáciles para el ‘10’ del Elche, pues no encontró continuidad en su juego hasta aterrizar en el club franjiverde.
Tras una carrera marcada por los altibajos en Segunda B, Pere Milla llegó al Elche en el verano de la temporada 19/20 procedente del Éibar con ganas de consolidarse en la categoría de plata del fútbol español. Los inicios no fueron los esperados, pero pronto demostraría por qué la entidad ilicitana había apostado tan fuerte por él.
En su campaña de debut en el cuadro ilicitano, Pere Milla alternó titularidades y suplencias con Pacheta en el banquillo. Tras una primera vuelta complicada, donde sus limitaciones mermaron su confianza y solo pudo anotar un gol, su continuidad se puso en duda durante el mercado de invierno.
Sin embargo, el ilerdense comenzó a responder con lo que mejor sabe hacer: trabajar duro y aparecer en los momentos importantes. De ese modo, a partir de enero de 2020 nació un jugador totalmente distinto al Pere Milla que conocíamos. Explosivo, incansable y conectado al juego, el Elche había incorporado a sus filas a un astuto extremo o segunda punta.
Muestra de ello serían los cuatro tantos que anotaría en los siguientes dos meses, que le harían sentirse importante en un Elche que coqueteaba con los ‘playoffs’. El propio Pere sería el encargado de colar al equipo en esa promoción de ascenso con un cabezazo cargado de ilusión ante el Oviedo.
La guinda del pastel llegaría con el inolvidable tanto en Montilivi en el 96’. Ese que le valió para consagrarse como un ídolo para la afición y para ganarse el apodo del “héroe del ascenso”. El Elche regresaba de cabeza a la categoría de la que nunca debía haber bajado.
En su primera temporada en la élite -la segunda si se tiene en cuenta su escasa participación en el Éibar de la 18/19- ya dejaría destellos de lo que es capaz de hacer. Protagonista en la victoria frente al Alavés, donde acabó amonestando al propio árbitro, volvió a ser importante cuando el Elche estaba contra las cuerdas. Anotó ante el Cádiz y asistió a Boyé en la última jornada para certificar la permanencia en Primera División. Otra vez Pere.
Es entonces cuando llegamos a la presente campaña, donde la figura de Francisco ha sido clave para ver al mejor Milla. Como extremo en cualquiera de las bandas o acompañando a un delantero puro, el de Lleida se ha desatado hasta anotar 6 goles en las últimas seis jornadas, entre los que se incluyen dos dobletes ante Espanyol y Alavés y tantos de repercusión mundial frente a Barça y Real Madrid.
Se ha vuelto una costumbre que el ’10’ del Elche acapare todos los titulares, algo merecido siendo el jugador más efectivo de Europa, con siete tantos en ocho disparos entre los tres palos. También es más que normal que la afición pida a gritos su renovación, pues Pere es un baluarte de este Elche y acaba contrato el próximo mes de junio, aunque la buena sintonía entre jugador, entidad y ciudad parecen indicar que Milla continuará vistiendo la franja verde.
Más allá del desenlace, la realidad es que es el protagonista de la mayoría de los momentos clave franjiverdes en los últimos años. Puede que esté tocado por una varita, pero el fruto de tanta magia no es otro que el trabajo que desempeña cada vez que salta al campo. Ídolo de masas y comprometido hasta el final, Pere Milla ya es historia del Elche.