Corren tiempos difíciles para todos. Nadie se escapa del caos mundial en el que nos encontramos. Ni el fútbol. Sí, esa industria que hasta hace poco subestimaba a cualquiera que se le pusiera al frente. Nunca te puedes llegar a creer inviolable e imprescindible. Luego ocurre lo que está sucediendo estas últimas semanas. Vergüenza, arrogancia, ignorancia y soberbia son los calificativos que podríamos añadir a la actual gestión del fútbol español, ante la crisis sanitaria que estamos viviendo.
Dirigentes a tres bandas que desconocen el significado de la cooperación, predisposición y la unión para llegar a un entendimiento, con el fin de salvaguardar en la mayor medida de lo posible nuestro fútbol. El fútbol son los aficionados, clubes, jugadores y todos los más de 140.000 personas que viven de este mundo en nuestro país. Los dirigentes deben estar para saber coordinar y buscar soluciones, y no incordiar como esta aconteciendo.
Da pena y tristeza como LaLiga, RFEF y la AFE no ponen puentes de entendimiento para llegar a un punto en común. Las diferencias personales entre Javier Tebas y Rubiales no me causa sorpresa, todo el mundo las conoce, pero la desunión entre Rubiales y David Aganzo, si que me llama la atención. Aganzo fue el sustituto de Rubiales en la AFE, contando con el agrado de este. También fueron compañeros de equipo en el Levante UD en el 2004. Las diferencias que habrán entre ellos seguro que van mas allá de las profesionales.
Lo importante no es cuando se reanudará el fútbol. Eso es lo de menos. Lo destacable es que una vez superada esta pandemia, el fútbol español no sufra mas daños colaterales de los que va a padecer. Esta batalla es cosa de todos. Y para quitarle hierro al asunto, es bueno recordar esta mítica frase de un personaje futbolístico en los tiempos que corren: “El fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes.”
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