El Elche cayó 3-1 ante el FC Barcelona en el Estadi Olímpic Lluís Companys, pero lo hizo dejando una imagen de equipo valiente, competitivo y fiel a su estilo. Los de Eder Sarabia, pese a comenzar el partido con dudas y conceder dos goles en los primeros quince minutos, fueron capaces de ganarle la posesión al conjunto blaugrana y de ponerlo en aprietos durante buena parte del encuentro. De hecho, los franjiverdes lograron algo muy poco habitual: arrebatarle el control del balón al Barça, firmando un 51% de posesión frente al 49% del cuadro de Hansi Flick.
El encuentro arrancó cuesta arriba para el Elche, que pagó caro un par de errores defensivos en la salida del balón. Sin embargo, lejos de rendirse, el equipo de Sarabia mantuvo su apuesta ofensiva, presionó alto y buscó tener el balón. Esa valentía encontró recompensa poco antes del descanso, cuando Rafa Mir recortó distancias con un gran gol al contragolpe. El tanto reforzó la moral de los ilicitanos, que en la segunda parte mostraron su mejor versión, generando ocasiones claras y quedándose cerca del segundo.
Aunque el marcador final reflejó la superioridad inicial del Barcelona, el Elche se marchó de Montjuïc con sensaciones positivas. El equipo mostró carácter, personalidad y una idea de juego muy reconocible, incluso frente a uno de los rivales más exigentes del campeonato. Eder Sarabia volvió a demostrar que este Elche no renuncia a competir, sea cual sea el escenario. La derrota duele, pero también confirma que el proyecto tiene cimientos sólidos y un estilo que invita a confiar en la permanencia.
