La llegada de Francisco al Martínez Valero como técnico franjiverde traía consigo muchas incógnitas. Con Fran Escribà al mando de las operaciones, el Elche había ido perdiendo progresivamente la identidad de juego. El constante cambio de sistema (3-5-2 o 4-4-2) evidenciaba que el entrenador valenciano no lograba dar con la tecla en sus alineaciones, y que la entidad franjiverde necesitaba mover piezas.

“Queremos darle al Elche una identidad de juego. Queremos un equipo con alma, competitivo con y sin balón”, decía Francisco en su presentación con el Elche a finales de noviembre. Poco más de un mes después, el club ilicitano ha empezado a carburar y se muestra como un equipo de autor con unas características reconocibles.

Partiendo de un fijo 4-4-2, una de las principales señas identificativas de este Elche es su doble pivote. El técnico almeriense prefiere salir con dos mediocentros y dos hombres desde la banda a emplear un mediocentro y dos interiores. Una decisión que se explica gracias al buen rendimiento de Omar Mascarell y Gerard Gumbau.

Ambos jugadores firmaron en los últimos días del pasado mercado de fichajes. Mascarell, capitán del descendido Schalke 04, aterrizaba en Elche con un gran cartel tras haber disputado la Champions League hace un par de temporadas. Por su parte, Gumbau regresaba a la Primera División después de varios intentos fallidos de ascenso con el Girona.

Como la gran mayoría de los recién llegados a un equipo, los dos mediocentros necesitaron adaptarse al conjunto franjiverde, y no ha sido hasta la llegada de Francisco cuando ambos han comenzado a mostrar su mejor versión.

Destacado por ser disciplinado en defensa, con buena técnica en la salida de balón e inteligente en su posicionamiento, Mascarell ha disputado en Liga el 92,67% de los minutos desde que llegó Francisco. Un intocable para el entrenador que solo ha descansado en Copa del Rey.

Por el otro lado, Francisco ya conocía a Gumbau de su etapa en el Girona, donde llegó a posicionarle como central izquierdo en una defensa de tres centrales. Polivalente, con mucho recorrido y llegada en metros finales, Gumbau ha exprimido al máximo sus mejores registros: los desplazamientos en largo y las jugadas a balón parado.

Tal ha sido su evolución que, desde la llegada del nuevo míster, ha pasado de ser un recurso válido para entrar desde el banquillo a ser un habitual e intocable en los onces. Con tres asistencias en los últimos ocho partidos, el gerundense ha pasado de ser sustituido en Copa a salir de inicio en los encuentros ligueros más recientes, donde ha cuajado grandes actuaciones.

La irrupción de este doble pivote está privando de minutos a hombres que venían teniendo más protagonismo en las alineaciones. Es el caso de Marcone, quien ha ido perdiendo un sitio en el once que había recuperado, disputando tan solo el 38,22% de los minutos en Liga.

Pero el argentino no es el principal damnificado. Raúl Guti, quien llegó al club franjiverde el pasado verano con el cartel de pieza clave, solo ha jugado 33 minutos en Primera División desde que es entrenado por Francisco. A pesar de su gol en Almería, el maño se ha convertido en un mero titular en Copa del Rey.

Con las actuaciones del actual doble pivote titular, la competitividad en el centro del campo ilicitano ha aumentado considerablemente. A la espera de que puedan haber incorporaciones o salidas en la medular del Elche en este mercado de invierno, Francisco buscará enchufar a todos sus efectivos de cara a la segunda vuelta de Liga.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí