Alfredo Argensó, exportero del Elche, habló sobre su etapa como franjiverde en el programa ‘Perico Que Vola’. Y no precisamente con buen recuerdo. Sobre todo, de Julián Rubio, a quien tuvo como entrenador en el equipo ilicitano.

“Era un tío muy extraño. Primero, que no tenía ni puta idea de fútbol. Escuchaba lo que decía y pensaba: “¿Este hombre es un monologuista?”. Nada más llegar, me pregunta: “¿a qué vienes?”. Respondo: “Pues a entrenar y a intentar jugar”. Y me dice: “¡No! Tienes que decir que vienes a jugar”, explicó Argensó, quien sufrió una grave lesión al poco de incorporarse al Elche. Una lesión que Julián Rubio no terminó de creerse.

“Me cayó un jugador encima cuando salía. Me rompí el tendón, los ligamentos, todo. Es cierto que la lesión es muy complicada de ver. Perdí más de la mitad del tendón que pasa por en medio del hueso. En Elche no tenían las cosas para mirarme bien. Además, no se lo creían. Me cogió el Espanyol, me miraron sus médicos y me dijeron que me viniera”, narró.

Argensó llegó al Elche cedido por el Espanyol en el mercado invernal de 2003, junto a Ricardo Cavas y Luque. Los tres formaron parte de la venta del guardameta Toni Jiménez al conjunto perico. Antes de la operación, el equipo ilicitano rozaba los puestos de ascenso a Primera. Sin embargo, sufrió un descalabró que incluso le hizo coquetear con el descenso a Segunda B.

Argensó ni siquiera debutó en la portería franjiverde. Una lesión crónica en el hombro, agravada en el Elche, le obligó a retirarse en el siguiente curso. Con sólo 30 años, colgó los guantes en el Girona, con el que jugó un partido en Segunda B.

Actualmente, el barcelonés se encarga de su escuela de tecnificación de porteros en Castellón. También trabaja en las canteras de Roda, equipo afiliado del Villarreal, y entrena a los porteros del Onda.

Foto: YouTube -> Perico Que Vola #PQV

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