Volver del parón con buenas sensaciones era la frase más repetida durante la semana previa al importante duelo ante el Alavés. LaLiga se había detenido en el mejor momento de la temporada para los de Francisco, que buscaban seguir sumando de tres en un encuentro frente a un rival directo hundido en el descenso. Sin duda, un partido de seis puntos.
Con Francisco de vuelta en el banquillo franjiverde y sin el traspasado Lucas Pérez, el Elche saldría con un 4-4-2 más que reconocible, donde Bigas regresaría tras su lesión y Mascarell tras el covid-19. Gonzalo Verdú se mantendría en un once en el que los enrachados Pere Milla y Lucas Boyé serían las referencias ofensivas ilicitanas. Ni rastro de los refuerzos de invierno en la titularidad, que tendrían que esperar su oportunidad.
Enfrente, un Alavés en penúltima posición que llevaba sin ganar desde diciembre. Su nuevo técnico, Mendilibar, vería el partido desde la grada por sanción. Saldría con un 4-4-2 escaso de novedades. Pacheco, Lejeune y Laguardia serían los guardianes del conjunto vitoriano, y Joselu Mato su hombre gol.
Algunos espectadores todavía no se habían sentado cuando llegaría la primera jugada polémica del encuentro. En los primeros segundos, el colegiado anularía un tanto a ‘Tete’ Morente. El extremo franjiverde había abierto el marcador con una volea imparable para Pacheco, pero el árbitro lo invalidaría por una falta previa de Pere Milla. El duelo directo comenzaba frenético.
Y es que los compases iniciales estarían marcados por los centros procedentes de la banda izquierda del Elche. Mojica y Fidel se mostrarían muy participativos en un sobresaliente inicio franjiverde. Sin embargo, el destino se cebaría muy pronto con los de Francisco.
La principal amenaza ofensiva de los visitantes abriría, esta vez sí, el marcador. Jason recibiría un balón largo y colgaría un centro pasado que recogía Rioja. El extremo babazorro pondría otro centro al corazón del área, donde Joselu se adelantaría a una defensa franjiverde despistada y batiría a Édgar Badía a placer. 0-1.
De esa manera, el buen inicio del Elche se había diluido con una sola jugada. A pesar de ello, los locales volverían a intentarlo sin descanso. Pere Milla y Boyé tendrían muchas oportunidades de lograr el empate, pero serían insuficientes ante la solidez defensiva del Alavés.
El partido estaba siendo injusto con un Elche superior que se iba al descanso por debajo en el marcador. Los de Mendilibar apenas habían generado ocasiones más allá del tanto de Joselu, mientras que el club ilicitano se estaba mostrando como un conjunto vertical y valiente que generaba peligro con facilidad. Pero faltaba acertar de cara a puerta.
Poco o nada debía modificar Francisco de cara a la segunda mitad. Y así sería. La segunda parte comenzaría igual o mejor que la primera, con Pere Milla ofreciendo un auténtico espectáculo a su afición.
Un mal despeje de Lejeune sería suficiente para poner tablas en el marcador. El de siempre, el más listo de la clase, Pere Milla, recogería el envío y dispararía fuerte para batir a un Pacheco que sería incapaz de despejarlo. 1-1.
Y con el empate, la buena dinámica franjiverde continuaría durante toda la segunda mitad. Un activísimo Mojica sería un quebradero de cabeza para la defensa vitoriana, que no lograría frenar sus galopadas por la banda izquierda.
Tanto va el cántaro a la fuente, que Milla lo rompe. Se cumplía la hora de juego cuando de nuevo Mojica y Pere Milla protagonizarían otro tanto para el Elche. El lateral colombiano pondría un balón raso a la media luna del área que recogería en carrera Pere Milla para golpear al primer toque y ponerla pegada al palo de la portería rival. Remontada más que merecida.
Lejos de replegarse en su propio campo, el Elche continuaría en la senda que le estaba haciendo ganar el duelo directo: ataques rápidos en los que la premisa principal sería acabar la jugada. Boyé remataría desviado en primera instancia, y posteriormente Tete Morente mandaría el balón a las nubes. Los de Francisco buscaban el tercero, pero tendría que ser sin el autor del doblete, Pere Milla, en el campo, pues se retiraría ovacionado para dar paso a Guido Carrillo.
Mejoraría con el paso de los minutos el Alavés, pero sería insuficiente para poner en aprietos a Édgar Badía. Aprovecharía la situación el Elche para sentenciar un partido que había dominado de principio a fin mediante una combinación espectacular entre un taconazo de Carrillo, una prolongación de Boyé y un remate al palo largo de Fidel.
El capitán franjiverde pondría el 3-1 en un partido que se había convertido en una fiesta para la afición. Entrarían Josan y Guti en lugar de Boyé y ‘Tete’ Morente, y tras una tangana final terminaría el encuentro.
Un duelo directo que se acaba llevando un Elche atrevido y vistoso. Pere Milla vuelve a consagrarse como un auténtico ídolo y el colectivo sale del Martínez Valero muy bien parado tras una actuación espectacular. Nunca dio la sensación de que el cuadro ilicitano iba por debajo en el marcador.
Con la más que merecida victoria, los de Francisco toman más impulso para alejarse de la zona prohibida y se acercan todavía más al objetivo de la permanencia. Tres puntos que permiten al Elche encadenar una racha de 5 partidos consecutivos sin conocer la derrota, y que lo alejan a 8 puntos del descenso.
Este Elche es otro. Un equipo reconocible al que el cambio de entrenador le ha sentado a las mil maravillas, y que tendrá la oportunidad de prolongar su racha el próximo viernes en el Sánchez Pizjuán, en el duelo ante el Sevilla.
Ficha técnica:
Elche CF: Édgar Badía; Palacios, Verdú (Diego González, 84’), Bigas, Mojica; ‘Tete’ Morente (Raúl Guti, 91’), Mascarell, Gumbau, Fidel; Pere Milla (Carrillo, 73’) y Lucas Boyé (Josan, 91’).
Deportivo Alavés: Pacheco, Duarte, Lejeune, Laguardia, Martín (Tenaglia, 54’); Luis Rioja, Escalante (Guidetti, 87’), Tomás Pina, Jason (Édgar Méndez, 73’); De La Fuente (Pere Pons, 73’) y Joselu (Manu Vallejo, 54’).
GOLES: 0-1 (Joselu, 18’), 1-1 (Pere Milla, 46’), 2-1 (Pere Milla, 58’), 3-1 (Fidel, 86’).
Árbitro: Melero López (andaluz). Amonestó a Gonzalo Verdú y a Tomás Pina.
