Pese a la derrota del Elche ante el Espanyol (1-0), Iñaki Peña volvió a demostrar por qué es uno de los grandes futbolistas del conjunto franjiverde. En una tarde complicada para los de Eder Sarabia, el guardameta se ensalzó como el gran protagonista del encuentro, evitando una goleada mayor gracias a una actuación sobresaliente. Su dominio del área, su precisión en la salida de balón y sus reflejos bajo palos impidieron que el marcador reflejara la superioridad local.
Los números hablan por sí solos. Peña completó 62 de los 73 pases que intentó, alcanzando un 85% de acierto, una cifra destacable para un portero que además tocó el balón en 89 ocasiones. Pero lo más determinante fueron sus seis paradas de mérito, varias de ellas espectaculares como la que le realizó a Pere Milla, que mantuvieron al Elche con vida durante la primera parte. Según los datos estadísticos, el meta debía haber encajado 2.3 goles, pero solo recibió uno, confirmando su influencia directa en el resultado.
Más allá de las cifras, Iñaki Peña transmitió seguridad, liderazgo y calma en momentos donde el equipo sufría. Sus intervenciones evitaron que el Espanyol sentenciara el partido antes de tiempo y sostuvieron al Elche hasta el pitido final. Aunque la derrota deja sensaciones muy amargas, la actuación del guardameta fue un rayo de luz entre las sombras. En un encuentro donde el conjunto ilicitano no encontró su mejor versión, Peña demostró que su nivel está bastante alto. Si el Elche solo cayó por la mínima, fue gracias al brillo del guardameta, el verdadero MVP de la tarde en Barcelona.




