Hace unos cuantos años, los futbolistas recurrían a las cartas como una opción de entretenimiento. No había consolas de videojuegos ni tampoco diferentes plataformas de televisión que permitieran ver películas y series de manera constante. Los naipes, por consiguiente, u otros juegos, eran opción de pasar el tiempo entre partido y partido. De hacer más amenas las concentraciones. Con el tiempo, muchos jugadores de fútbol se han especializado en determinados juegos de cartas, como puede ser el póker, y de hecho algunos participan en torneos oficiales mientras están en activo o se dedican de manera profesional a este juego de cartas una vez que abandonan la práctica activa del balompié. En este caso, seguramente conozcan el significado del término rebuy. No es sonara a nadie excepto a aquellos que tengan ciertos conocimientos sobre el póker.
El término rebuy, que es recurrente en cualquier glosario sobre este juego de naipes, tiene varias acepciones, pero el primer significado sería de ‘recompra’ (si nos mantenemos fieles al significado en español). Si nos adentramos más en su significado real en una partida de póker, como esos torneos en donde participan jugadores profesionales de fútbol, diremos que rebuy o recompra es hacerse con la cantidad de fichas extra que podemos obtener por un precio determinado en un torneo de póker. Si desean ampliar más información hay muchas páginas especializadas en donde instruirse sobre la terminología de este juego de cartas.
Actualmente, el póker está posicionado como uno de los juegos de naipes más populares, en parte merced a ese apoyo de los futbolistas, que siempre ejercen de poder de atracción a la hora de publicitar cualquier acción o producto. Sin embargo, el póker no es nada nuevo ni nada que deba su fama a los jugadores famosos de fútbol, u otros deportes. El póker es un juego de naipes muy antiguo, con orígenes, según se consulte el apartado histórico, en tiempos de franceses, germanos o persas. Existe un amplio debate acerca de los orígenes de un juego de cartas con muchas modalidades (abierto, surtido…).
Pero lo realmente importante es conocer la terminología. Si no se conocen términos como el anterior, quizá no se esté en condiciones de jugar al póker. A pesar de jugarse con cartas, este juego, a diferencia de otros juegos de naipes, no tienen mucha cabida para el azar. La suerte siempre es importante, pero no ocupa todo el porcentaje que puede ocupar en otros juegos de cartas. El póker exige de conocerse unas normas, unas tácticas, unas jugadas, una experiencia sobre el tapete verde, de un saber controlar e interpretar sensaciones propias y del oponente, así como de un sinfín de factores que hacen que sea más o menos sencillo hacerse un jugador profesional. Los jugadores lo suelen hacer cuando tienen más tiempo libre, aunque algunos muestran buenas sensaciones mientras dan patadas a un esférico.
Pero el póker no es un juego nuevo, sino más bien antiguo, capaz de adaptarse a cualquier generación y sobrevivir a la evolución de los tiempos, y convivir con nuevas tecnologías y avances industriales, como sucede con la digitalización. Antes de explicar la relación que existe entre este juego de cartas y los futbolistas, veamos algunos apuntes sobre el póker. Otro, por el contrario, sólo se acercan al póker a cambio de un suculento contrato económico en forma de patrocinio. Y esto abre un debate que afecta a los futbolistas y aficionados. Hay expertos que indican que tanto estas publicidades como el publicitar que se participa en torneo oficiales no es una buena señal de cara a los seguidores más jóvenes de los futbolistas.
Otros expertos en temas educativos, por el contrario, dicen que el póker puede trasmitir valores positivos, como el impulso del compañerismo a la hora de realizar cualquier otra actividad, puesto que estamos ante un juego de cartas que favorece el jugar en equipo. Asimismo, al ser un juego de cartas que exige de unos importantes conocimientos previos se estaría ayudando al desarrollo del cerebro, e incluso de desarrollar determinadas habilidades muy apreciadas en otros ámbitos, como son la toma de decisiones de manera ágil y efectiva. El póker es una partida de cartas, pero dentro de esa partida de cartas hay otra serie de partidas. Como sucede en un encuentro de fútbol. El estrés y la adrenalina son otros factores que son siempre bien valorados a la hora de saber manejarlos, como el de la competitividad.
Torneos y publicidad
En cualquier caso, ¿qué jugadores de fútbol han mostrado una cierta aceptación hacia este juego de cartas conocido como póker? Uno de los más conocidos es Piqué. El defensa internacional español es uno de los más habituales a la hora de sentarse en una de las mesas de póker, como ha dejado ver en varias publicaciones realizadas en sus redes sociales. En este caso se puede decir que Piqué es un gran jugador de cartas. Sus dotes con el balón van aparejados de su sabiduría en torneos, en donde ha sumado grandes cantidades de dinero a su ya abultada cuenta corriente. Otro que también se maneja bien con los naipes del póker es Dani Alves. El brasileño también se ha dejado ver por torneos, como Neymar, aunque éste tenga un apego más publicitario hacia este juego que participativo. Como sucede con Cristiano Ronaldo.
Otros jugadores de renombre como el portero italiano Buffon o el delantero inglés Vardy han mostrado sin problema alguna que son buenos jugadores de este juego de cartas. Y otros, una vez completada su carrera profesional como futbolistas, han hecho camino sobre una mesa de tapete verde. Son los casos del delantero inglés Teddy Sheringham, el irlandés Tony Cascarino o del ariete sueco Thomas Brolin. Ninguno de ellos ha tenido mayor problema, aunque no es el caso de todos. El alemán Max Kruse tuvo que dar explicaciones por su afición a este tipo de juego, ya que recibió críticas debido a que no debía compaginar el póker con su carrera de futbolista. Cuestión de visión de las distintas sociedades en un momento en el que los jugadores conservan la afición por las cartas en las concentraciones a pesar de la competencia de las series y películas de plataformas de televisión o del auge de las videoconsolas, algo muy apreciado por las nuevas generaciones del balón.