Jorge Almirón, entrenador del Elche CF se mostró contrariado por la expulsión de Lucas Boyé que resultó fundamental para que el encuentro diera un giro y al final acabar con empate a uno. Alabó el trabajo del grupo que supo controlar al Cádiz que no supo sacar provecho de la superioridad numérica durante 45 minutos.
“Fue un partido correcto, bastante bueno, sacando la ventaja porque arrancar ganando era importante, pero no se dio. Todo cambia por la expulsión y se hizo un esfuerzo enorme para sacar el punto, más allá de que se generaron pocas jugadas claves. Tengo la mala sensación poque no hicimos el partido que queríamos”.
“Sabiendo lo que da Pere Milla lo mantuvimos con el esfuerzo enorme del equipo, apenas del gol ellos no llegaron. Hubo ese desajuste con un centro cómodo, salvo eso no hubo sobresalto. El esfuerzo fue enorme. El punto sirve por el esfuerzo de los jugadores. Somos un equipo que se está armando”, analizó el preparador sobre el global de los 90 minutos.
Sobre la expulsión de Lucas Boyé, Almirón se mostró contrariado: “Cuando cobra la falta, el rival grita y exagera, no se puede medir. Vi la repetición de la jugada y me pareció exagerada. Una jugada normal, imposible no tener contacto. No fue un codazo o brazo arriba sino para defender esa pelota. Me pareció exagerado lo que hizo el colegiado. Cambió el partido, nos perjudicó. Tengo la sensación de que podíamos haber hecho mejor las cosas en el segundo tiempo”.
Sobre los cambios de Luismi y Guido Carrillo, Almirón optó “por ser más directo con los delanteros para sacar ventaja con Guido y con Luismi hacer la vigilancia en las pérdidas. Tengo que valorar el esfuerzo global del equipo».
Diego Rodríguez, por otro lado no estuvo en el banquillo. Aunque se le preguntó por ello, el técnico no quiso justificar el motivo de su ausencia.