El Elche juega contra el Real Valladolid una final anticipada. Como decía Pacheta, “final es cuando no hay nada después”. Pero el partido tiene tantísima relevancia en sus opciones de salvación en Primera, que lo afronta con esa actitud. El equipo ilicitano necesita ganar este duelo directísimo para salir del descenso. Aunque para ello, también depende de lo que hagan Huesca y Alavés, que marcan el límite de la permanencia con un punto más.

La situación clasificatoria y las alturas del campeonato evidencian la alta trascendencia del choque. Franjiverdes y blanquivioletas abren el descenso a siete jornadas del final. Separados por un único punto. El Pucela, con ligera ventaja. Además, con un partido menos. No jugó el pasado fin de semana porque se aplazó su choque frente al Athletic de Bilbao por la final de Copa. Un factor que le ha permitido tener hasta diez días de preparación. Su rival, sólo dos.

Pero más allá de la tabla, el Elche necesita los tres puntos para reaccionar y recobrar fe en el objetivo. Encadena dos decepciones en la fase decisiva del campeonato. Derrotas con pobre imagen contra Huesca (3-1) y Osasuna (2-0) a domicilio, donde ya acumula medio año sin ganar. Y enlaza seis partidos sin vencer, con dos puntos de 18 posibles. El efecto Fran Escribá ha decaído. El entrenador valenciano vive su momento más delicado en el banquillo franjiverde. Incluso ya tiene peor porcentaje de puntos que Jorge Almirón.

Para marcar un punto de inflexión positivo, el cuadro ilicitano se aferra al Martínez Valero como tabla de salvación. Suma siete puntos de nueve posibles como local desde la llegada de Escribá. Y encara tres compromisos seguidos en casa.

Escribá mandó un claro mensaje en rueda de prensa: “Hay que jugar y vivir el partido como una final”. No es para menos, por todo lo que rodea. Pase lo que pase, quedarán seis jornadas más. Pero como indicó el entrenador del Real Valladolid, Sergio González, este duelo “puede marcar un antes y un después” en la temporada. Perder podría tener consecuencias devastadoras. Un empate, dejarlo todo casi igual, pero con menos margen de error. Y ganar, todo un espaldarazo hacia el objetivo.

Interrogante en la portería del Elche

De cara al once del Elche, existe el gran interrogante de la portería. Por sorpresa, Gazzaniga entró por Edgar Badia en Pamplona. Escribá argumentó que “por gestión de grupo y del cansancio” y por características del rival. Sin embargo, no reveló si esta rotación será puntual o tendrá continuidad.

Más allá de ello, el entrenador franjiverde pondrá toda la carne en el asador. Es decir, la alineación de gala, salvo sorpresa. Gonzalo Verdú regresará, tras su suplencia contra Osasuna (2-0) por molestias. También apuntan a volver Tete Morente y Fidel a los extremos. El onubense vuelve a estar disponible tras cumplir sanción. Y arriba, Pere Milla y Boyé.

Guido Carrillo continuará como baja por su microrrotura muscular. Si no surge ningún contratiempo, será la única ausencia obligada. Escribá tiene a 23 profesionales disponibles, además del portero del filial Lluís Andreu, habitual en las convocatorias.

Posibles alineaciones

Elche: Gazzaniga o Edgar Badia; Barragán, Gonzalo Verdú, Dani Calvo, Mojica; Tete Morente, Raúl Guti, Marcone, Fidel; Pere Milla y Lucas Boyé.

Real Valladolid: Masip o Roberto; Janko, Bruno, Joaquín, Olaza; Orellana, Roque Mesa, Rubén Alcaraz, Óscar Plano o Toni Villa; Sergi Guardiola y Marcos André o Kenan Kodro.

Árbitro: José María Sánchez Martínez (comité murciano).

VAR: Ignacio Iglesias Villanueva (comité gallego).

Estadio: Martínez Valero (miércoles, 21:00 horas).

Foto: Sonia Arcos – Elche CF

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